24 mayo, 2011

Día surrealista.

Una especie de silbido llamó mi atención, mientras poco a poco iba abriendo los párpados y las pupilas se mostraron dilatas a causa de la oscuridad, el extraño silbido que me había despertado fue el cantar de las ramas de un árbol joven. Después de comprobar que no había nada en la habitación, cerré de nuevo los ojos, y me dormí con facilidad.
Un par de gorriones canturreaban entre ellos mientras daba paso a la mañana, me desperté sin ganas y cogí la camiseta morada que estaba en la silla de estudio, me dirigí al cajón y me puse unos pantalones pitillos grises.
Hice la misma rutina de todos los días, y me puse a leer un libro, se titulaba “Mientras dure”. El sigilo del golden retriever color canela que asomaba su cabeza por la puerta me hizo poner toda mi atención sobre él, mientras se acercaba jadeante, yo hundí mis dedos en su pelo suave y mojado.
El perro se apartó un poco, y sacudió todo su cuerpo salpicándome.
Salí al jardín, me senté en aquella hamaca horrorosa y encendí la radio de enfrente situada a un extremo de mí en una pequeña mesita de madera.
- Buenos días, les habla el presentador Sergio Gutiérrez, ¿qué os presenta hoy el tiempo?
El sonido de la radio empezó a fallar y le dí un pequeño golpecito que le hizo volver a ponerse en marcha.
- ¡Vaya!, parece que vamos a tener un pequeño terremoto, que sólo hará pequeños destrozos leves, así que ya saben, cuidado por estos días, este terremoto durará en torno a tres días, gracias por escuchar cadena 10.
Apagué la radio y traté de explicarme este suceso, tan raro en un pueblo en que nunca pasa nada.
El golden retriever y un pastor alemán, ambas hembras se me acercaron con cara de pánico y entonces los animales empezaron a ladrar y llorar, intenté calmarlos acariciándoles la cabeza, ya que eso se suponía que les calmaba.
Dejé de acariciarles y en un susto se pusieron alerta, con las orejas erguidas, y empezaron a correr.
Me extrañé, pero claro al fin comprendí de que ellos tienen un sexto sentido, podían captar el terremoto llegar, cierto, los perros huían presas del pánico, para poder escapar del peligro.
Me puse tensa, en aquellos momentos no sabía que hacer y me llevé las manos a la cabeza, pensando en algo, lo primero mirar si el peligro era mayor, aunque según la radio era tan sólo un pequeño terremoto, encendí la televisión del salón, puse volumen, y concentré mi atención a las noticias.
Me pareció sentir un temblor en mis manos, pensé que sería mi imaginación, pero no estaba segura, apagué la televisión, sin ninguna información en mi mano.
Salí a la plaza y todo estaba como siempre todo normal, sin ningún cambio que resaltara. El agua de la fuente temblaba, pero nada más, la gente paseaba tranquila por los alrededores, al fin y al cabo era sólo un pequeño terremoto, pero todavía no me explicaba la reacción de los perros. Se han equivocado, pensé.

21 mayo, 2011

Cállate y bésame.

No sólo puedo pensar en todas las noches que me dormía sola, sino también en las  horas que pasaba leyendo historias de amor, en todas ellas expresaban como enamorarse podía provocar actos inimaginables que solo por amor hacías, a la vez que las caricias de las sábanas se mecían en mi vientre, recorrían mi espalda y daban a mis pies. Hasta que te encontré y ocultaba la forma de amarte, la forma de mirarte y de escucharte. Esperaba firme a que salieses de aquella puerta y pudiera contemplarte. Tus aires de seguridad me asombraron a la vez que tus ojos azules se tapaban con unas memorables clásicas Ray-ban. Luego, abrías la puerta de tu coche, entrabas, me mirabas de lado, serio, arrancabas el motor y sonreías a la vez que te largabas sin despedirse tan solo con una sonrisa. Al día siguiente me hacías reír, me hacías creer que era especial. Aunque tus ojos decían te quiero, tus labios decían bésame. Entonces cuando pensaba que nunca lo harías, empezaste a mirarme a los ojos con ternura a rozar mis labios con tus yemas, a apartar mi pelo para al fin probar mis labios, probar los tuyos. Dejé por un momento de besarte, pero tu no me diste tiempo a pronunciar si quiera una palabra para poder decirte que te amaba, pusiste tu dedo en mis labios y me dijiste, siempre con dulzura; “Cállate y bésame”.



18 mayo, 2011

Palabras de enamorados.

Amo como sonríes, y me encanta que me robes sonrisas a todas horas. Porque pienso en ti y se me pone cara de boba, y me da igual. Te quiero porque no puedo dejar de mirarte y cuando nuestras miradas se cruzan se me acelera el pulso. Te quiero por nuestra complicidad, por ese lenguaje que solo nosotros dos entendemos. Me gusta sentirte cerca. Y adoro que estés pendiente de mi. Que eres mi locura y mi adicción. Me gusta que te pongas celoso. Me encantan tus toques de “ te echo de menos” y nuestras llamadas de madrugada. Conozco todas tus manías, y todos tus gestos. Me conozco cada parte de tu cuerpo, me gusta mirarte detenidamente. El color de tus ojos es mi favorito. Y mi afición preferida es tocarte el pelo. Tu voz puede llegar a hacerme temblar, y tu nombre está siempre en mi cabeza.

Déjame escaparme de tí.

Trataré de guardarme el tesoro que bajo mi mano está, siente y palpita suavemente, debajo de mi piel, trataré de no exponerlo a tus encantos, trataré de no escuchar tu voz, trataré de nunca más mencionarte mientras el ruiseñor de mi corazón llora de pena por tu amor mal venido, si tú quisieras podrías marcharte, pero no lo haces, trataré de no entender el significado de tus palabras, trataré de no dormirme para que tú no me robes los sueños, para que el final sea justo y no haya dolor no deberás de estar aquí en mi, todos seamos humildes y participaremos en esta ayuda para salvar a un corazón a punto de estallar de dolor a causa de ti, eres el culpable de todos los desechos que haces por tu camino, cada paso me hace sudar y volver a empezar, no quiero volver a retroceder, quiero avanzar y no dejarme engañar por un miserable que piensa que lo es todo para mí, poder escaparme a un lugar hermoso, sin compañías que puedan afectarme a mi forma de vivir, un lugar idílico, suplico a el más tranquilo llanto que deje escapar esa lágrima, para estar a gusto del final de la historia de un sin fin, cada palabra se hace nula con una tuya.
Solamente quiero sentir libertad, como una paloma a punto de partir a su misión, sentir el viento azotando mis alas, mis ojos hundidos en una nube de colores juntados por el arco iris, una hora, dos horas, tres horas, cuento las horas en las que no pienso en ti, es un amor enfermo, esta clase de amor es la que matan, la que no dejan que respires un poco de aire eterno, solo pensar que nada es para siempre me alegra, tus dedos en tu piel, hacen temblar cada estímulo mio por uno tuyo, no me toques, no me mires, no me intuyas, no me robes lo que necesito, no seas un infierno en vez del paraíso de mis sueños, no seas un cobarde y sí un valiente dejándome escapar de tus redes celestiales.

Amistad.

Amistad, que es amistad si no al sentimiento, mutuo de cada persona, la amistad ha sido creada para sentirte feliz, es la llave que entra a una solución, ábrelo allí encontrarás todo lo que necesitas, un abrazo sobre el que desahogar tus males, un simple: "Tranquila", un apoyo que te hace mejorar, encontrarás un hombro sobre el que llorar, y dejar tus preocupaciones atrás.
Amistad, amigos/as que están ahí para cuando los necesitas, que nunca te rechazan un abrazo, para recuperar esperanzas y fuerzas.
Soledad no es remedio para tristezas, es la amistad, ese cariño, que necesitas a cada hora, minuto y segundo.
Con la amistad, tus lágrimas cesaran, y tus llagas sanaran. ¿Sabéis? Todo el mundo necesita de ese cariño de un amigo, que te escuche y te ayude.
Mis amigos son parte de mi corazón, son parte de mi vida.





Soñar.

Soñar, como en un cuento de hadas, planear tu vida, en el que tu eres feliz, callar todos tus miedos derrotándolos, en luchas que siempre ganas tú.
Saber realizar tu mayor deseo, obtendrás felicidad por soñarlo, pero no en un mundo real en que tú puedas conseguirlo, si eso es lo que piensas.
Soñar no es la solución para resolver todos tus problemas, para realizar tus metas, tus esperanzas, no llega a nada, solo es un cuento en que nada, puede volar y remontar hasta hacerse realidad por sí solo, no sueñes tu vida, vive tu sueño.

Todo y nada.

Solo cuando las cosas salen mal, es cuando tienes la conciencia de perder todo,la sensación de que el mundo está echo al revés para tí. De que digan que todo tiene solución,pero no es así, este problema no se puede solucionar, por qué no es problema del que se pueda arreglar con dinero, es un problema de que te falta algo,sientes que ya nada será igual, y es verdad, tu vida, estará marcada para siempre, una llaga que se abre cada poco, cada torpe paso que das se va rompiendo poco a poco..
Si piensas y te das cuenta de que esto no tendría por qué pasarte a ti, no tendría que pasarle a nadie
es una tragedia, pero aunque te estes ahogando en el horror de lo que ves, todavía ves a gente sonreir, bailar,reir.. y eso te contagia, te inspira a soñar, a poder vivir en un mundo mejor..
En volver a empezar de cero, como si nada hubiera pasado, a vivir feliz, al fin y al cabo todavía no se han acabado tus ganas de vivir.

Un amor buscado.

Un amor buscado, un amor que no se encuentra. Con el camino lleno de piedras, se esconde y no sale. Acostumbra a perderse, acostumbra a olvidarme, a quemarme, a matarme. Conlleva a que la sangre no fluya, me hierve, me oculta y no sale. Estúpido cupído, no quieres lanzar tus enamoradas y condenadas flechitas. Me cansa y me extraña. Me calla el recuerdo del sentimiento. Estúpida la magia del deseo.
Estúpidas novelas que hablan de amor. No saben y no pueden explicar, que no sale. ¿Acaso he vuelto a mi infancia y juego al escondite? No juego a encontrarte. No me divierte verme perdida entre las olas, buscando una caracola que me haga oír tu voz. No busco la forma de amarte, ni de odiarte. Solo quiero que me encuentres, no quiero buscarte, no quiero esperarte.
Estúpida la mirada del suspiro. Estúpida la obsesión de besarte. Estúpida la búsqueda de encontrarle razón. Me escondes, me quemas, me matas. No quiero jugar a buscarte.

Destellos estelares.

Hoy en el cielo hay luna llena, pero sus estrellas no la acompañan.
Poco después mis pies me llevaron hasta mi cuarto, no encendí la luz, me eché en la cama, cerré los ojos y finalmente los abrí. Pequeñas lucecitas adornaban mi techo. Esas eran las estrellas, las estrellas que a cada noche me recordaban, a cada segundo el invierno que pasamos en aquella buhardilla.