18 junio, 2013

Breathe into me

Asumo las constantes idas y venidas a ninguna parte, cuando el sol amanece demasiado temprano y no sabes qué hacer ni cómo aprovechar tu tiempo. Te arrebata el aliento, cuando al despertar y acariciar las sábanas, no encuentras nada más que eso, un vacío espeso y frío. Donde nada queda absuelto, y nada queda aún por añorar. Porque te has despertado tantas veces solo, que te acostumbras a esa inquieta soledad. Pero aún así, respiras, cierras los ojos y comienzas a soñar. Comienzas a recordar lo que verdaderamente quieres. Abres los ojos y sonríes, porque lo has recordado, has recordado lo que quieres. Lo que realmente te puede estabilizar, puede ser tu principio y también tu final.

"Quiero poder tenerte y, nunca poder perderte. Quiero que me protejas en los momentos más indecisos y que me calmes cuando no pueda sonreír. Quiero que estés ahí para que permanezca estable. Quiero ver cómo pasa mi vida junto a ti, y no arrepentirme de las cosas que hagamos. Quiero poder sentirme viva, sentirme feliz y poder recordar cada momento feliz que pasé contigo cuando tú me sostenías".

No hay comentarios:

Publicar un comentario