Una tarde de principios de Enero.
Estos vaqueros son quizás demasiado ajustados, piensa Ángela,
La chica se abrocha el botón del pantalón y se pone un bonito cinturón plateado, está perfecta aunque ella no lo crea consigue estilizar sus piernas y además lleva a juego una camisa azul a cuadros que ha conseguido anudarse.
Ahora mira su conjunto, no le queda nada mal, consigue enseñar parte del vientre, es bonito, firme y bronceado.
El timbre suena.
- Ha llegado pronto, si será -esboza una pequeña sonrisa-.
La chica se abrocha el último botón de la camisa y se dirige hacia la puerta principal, donde otra chica con facciones más morenas que la anterior espera impaciente.
Al otro lado de la puerta.
Leti no puede esperar más a que su amiga le responda, tiene tantas cosas que contarle y sobre todo una de ellas es aquel chico…
Hace media hora en un edifico a las afueras.
Fast, el chico duro e irresistible camina paso por paso, pie derecho delante, izquierdo detrás al ritmo del tiempo, del aire, de su respiración, de cada segundo de su reloj. Delante de él, ella perfecta, frágil, desdicha e irresistiblemente suya. Es verdad una chica muy guapa, muy alegre, y muy rubia pasa por su lado, sensual y a la vez pasional.
Su dedo se desliza por sus labios, por su barbilla, por su musculado torso.
Él ahora se sienta en un suave colchón, están en su habitación, en la misma que lo hacen casi todas las noches. Ella respira, profundamente, captando cada aroma de su cuerpo perfecto. Se abalanza sobre él y repetidas veces le besa, besos cortos, calientes, perfectos. Intenta desesperadamente desabrocharle el botón del pantalón, allí detrás de unos boxers oscuros está lo que más le excita… Y mientras él le susurra al oído su nombre, Giovanna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario