30 diciembre, 2011

Volvió como una nube y despega como una espada.

Es fácil pensarte, imaginar el mundo con tu mirada. Cuando las aves nos envidien sin percatarse del engaño que algunas sufren. Llegaste a mi vida, sin darte cuenta, tan frágil, tan silencioso me cautivaste. Y como el tacto de una nube me enamoraste, me enamorabas con tu voz, me hacías sentir que estabas ahí. Cerca, simplemente era feliz. Querido amor, te recuerdo, te extraño tanto. Querido cielo, antes tan azul y  tan bello. Y ahora te miro, te escucho. Los colores se vuelven grises y las voces melancólicas. Por favor amor, no me hagas daño, soy feliz contigo. Solo tú y yo. Yo y tú. Y apretaste mi alma contra el filo de tu espada, derramaba cada gota de mi pobre encrucijada. Y ya se, que esto tenía que acabar, salimos doloridos de la dura batalla. De la dura misión de vencer al amor.

29 noviembre, 2011

Quedarse sin aire.

Déjame probar un poco de tu alegre corazón porque el mío está triste, de tanta traición.
Todo es cuestión de costumbre. Nos acostumbramos incluso a lo que nos hace mal. Mejor malo conocido que bueno por conocer, ¿no? Pero luego, a lo que no estamos acostumbrados, nos desconcierta, nos inquieta. Para que vamos a cambiar si así estamos bien.
Nos da pánico la idea de despertar y sentir que todo cambió, que nada es como era.
Cuando te acostumbras a un amor, a una piel, a un olorcito, a una sonrisa. Perder todo eso es como quedarte sin aire.

Necesidad.

Me mata la necesidad de estar contigo. De quererte sin rencores de por medio. De no poder decirte que eres el que me hace feliz. Incluso cuando realmente estoy apunto de caer, puedes y sabes como levantarme. Sé que aún hay una parte de mí que no ha vuelto, y se perfectamente donde está. Mejor dicho, con quién está.
De hecho, la sensación de amarte cada día, aunque no pueda de la misma manera de antes. Persiste en mí. 
Soy yo quien controla mi vida, pero no estoy completamente "entera" sin la pieza de mi pequeño puzzle que me falta. Cariño, eres tú. Siempre has sido tú. En los mejores, en los peores momentos. Se ha vuelto una necesidad, el quererte y adorarte. Cuanto me cambió la vida solo el conocerte..


"Quisiera saber si confías en mi verdad, o si todas tus promesas se van a quedar en nada, quisiera saber si eres la pieza que me falta para andar y darme cuenta de que eres lo que buscaba."



22 noviembre, 2011

Solo juega un corazón.

Qué difícil es decirte adiós, si te he querido tanto, cómo puedo explicarte amor sin hacerte daño.
Que no siento lo mismo, mis sentimientos ya han cambiando..

Esas ganas de decirte lo mucho que quiero hacerte saber lo cuanto te quiero, que te necesito y que sin ti mi mundo se tambalea, al igual que mi corazón se desboca en cada lágrima que derramas. Pero ya no, ya no puedo decirte que te quiero para mí. Porque esto que había sentido, que tanto me ha dado. Se ha ido. Y sin ninguna explicación no he podido reprimir el deseo de odiarme. Por lo que mi corazón ahora no siente. Porque ahora cariño, solo juega un corazón.

..Perdón si te duele, si te digo que te quiero pero no de la manera que tú quieres, perdóname.

21 noviembre, 2011

Empecemos por un "para siempre".

Carta a una amada:


Cariño, entiende que no pueda expresar todo lo que mi corazón desboca en cada una de tus sonrisas en unas simples palabras escritas, pero a la vez las hacen hermosas escritas por la tinta de ésta, mi pluma. La pluma que me has regalado, mi vida. ¿Sabes que saco amor de donde no me cabe? Porque solo tú haces que salga, que me enamore cada día más de ti. De tus pequeños gestos, de esas miradas en disculpa, de esas pequeñas maneras de ver la vida. De tu lado juguetón y despreocupado. De tus ganas de vivir la vida, como si fuese solo uno. De regalarme cada mañana esa sonrisa de niña. Espero que esta hermosa sentencia, perdure por el resto de nuestros días, hasta incluso después de la muerte. Porque me opondré hasta en lo imposible por ti. Recuérdalo, como algo que sucedió por pura casualidad. O simplemente porque a eso que hacen llamarse destino ha tenido algo que ver en que nos hayamos encontrado, al fin. Quiero que sepas que te amo, al igual que lo haré mañana, y pasado, y el próximo.. Porque el tiempo que quiero estar contigo, no se puede medir. Tan solo, empecemos por un “para siempre”.


Posdata: Te amo.



Derecho a cumplir sueños.


En un mundo donde cada vez hay menos margen para soñar, llevar una vida intrascendente es tan sencillo como dejarse arrastrar por la rutina y aceptar que de nuestra existencia no hay que esperar grandes cosas.
A no ser que un día, cansados de tanta mediocridad, nazca en nosotros el imperioso deseo de convertir en realidad todos aquellos sueños que se vieron truncados cuando alguien nos convenció de que la vida no era como la imaginábamos.

Me enamoraste.

Supongo que nunca entenderé la verdadera razón por la cual me encantaba mirar sus ojos, sí, ese pequeño hoyuelo que se le formaba cuando sonreía. Esa sonrisa que se le creaba cuando me veía. Y me contagiaba. Me hacía feliz. Me sentía viva, sentía que el mundo se paraba, que no avanzaba. Los dos parados en el tiempo, miradas que me mataban, que me hacían darme cuenta de lo mucho que lloraría después. Por él. Por nunca poderlo tener. Por esa pequeña coincidencia que nos unió. Por ese día que recuerdo con sus más mínimos detalles. Simplemente la perfección se hizo realidad. Pero al poco se fue creando algo melancólico en mí. Quizá el simple echo de nunca probar el sabor que tanto ansiaba, el de sus labios. Esos labios que me saludaban, esos mismos que me hacían sentirme especial. Y ahora lo recuerdo todo, recuerdo el dolor que sentí cuando le veía compartir sus risas con otras. Con otras que no fueran yo. Afortunadas serían, pensé yo. Es tan estúpido que me duele, me duele el recuerdo de la primera vez que me abrazó. Sentir el calor que irradiaba hacía que mis mejillas tomaran un distinto color, uno más sonrosado. Pero me sentía eufórica, porque mi corazón me delataba. Mil pulsaciones por minuto, cada latido en mis oídos. Cuando hundió su cabeza en mi pelo. Y sentí su respiración. Tan juntos, pero tan lejos. Luego me miró, me miró con los mismos ojos de la primera vez que me vio. Esos que no entendía, que no podía describir. Porque eran distintos, eran indescifrables. Después de ese abrazo, todo se volvió más confuso. Pero a la vez más encantador, y luego esa misma sensación de estar los dos solos en el mundo, esa música de fondo de un cercano violinista. Su cara, sus labios, esos labios que se abrían y se acercaban al mismo tiempo. Pero, ¿A dónde?. Y los sentí, los sentí rozar mis labios, los míos. Poco a poco me besaba y me gustaba. Sentía mi estómago revuelto, cientas de mariposas ahora me inundaban. A la vez que él, cerré los ojos. Y ese momento se volvió mágico y eterno. Porque desde aquel momento supe, lo que mi corazón sentía, lo que su corazón sentía. El mismo lugar, la misma hora. Ese fue el día en que nuestras almas se abatieron para encontrarse.

Toda la vida.

Al posar mi mejilla en su hombro, sentí su calor. No lo podía ver, pero sé que sonreía. Me atrajo hacia él, y me envolvió en un hermoso abrazo al que no pude renunciar, simplemente necesitaba ese momento. Era tan sumamente irónica que gemí al sentir sus manos en mi espalda. Mis ojos estaban llorosos, y ahora lágrimas caían por mi mejilla, se separó de mí para mirarme un momento y sus ojos mostraban preocupación por mi. Dulcemente me limpió las lágrimas rebosantes de sal y me cogió la barbilla, diciéndome en un suave susurro - Te quiero - Sonreí, sonreí mucho y le cogí la cara con ambas manos, acariciándole a la vez ese pequeño hoyuelo que se le formaba y a la vez le delataba de que ahora sus labios formaban una hermosa sonrisa. Una sonrisa creada para mí. Y al fin pude decirle - Cariño, yo no te quiero.. - Sus labios ahora estaban serios, pero yo sonreía como antes, con dulzura. Pasé mis labios en los suyos, no besándolos, rozándolos, y sintiéndolos. Le miré de nuevo a esos hermosos ojos, los que me miraban ahora, preocupados quizás. Y terminé mi frase que tanto ansiaba - Yo te amo - Sin sonreír aún me hundió en un fuerte abrazo, pero lleno de ternura y amor. En un simple susurro, hizo que mi mundo se tambalease. - Moriría por tí, y renacería para volver a estar juntos, toda la vida - Me miró a los ojos - Desde el principio - No dijo nada más, ahora nuestros labios se hundían en un profundo beso, uno de esos que te llenan, que llenan toda la amargura y rabia que tenías. Un beso verdadero, de la persona con quién pasarás el resto de tu vida. Esa quien te cuidará, te sonreirá en los momentos más difíciles y te amará toda la vida.

Ser amado.

No querer expresar realmente lo que sientes a ese alguien, porque te impide la duda de comenzar una historia. Porque tienes miedo de salir dañado. Un daño al que yo le llamo amor. Amor que solo piensa en sí mismo. Que viene cuando se le antoja. Y se va cuando menos te lo esperas. Esperar un latido que contenga más de una lágrima. Una lágrima grande llena de sentimientos que se alteran al mirarle. Mirar la inmensidad de los ojos que puedan llegar a besarle. Besar los labios por los que morir en la tumba de su lengua. Lamer cada extremidad de su cuerpo. Cada movimiento único en el momento. El momento de salir de allí. De allí donde te has sentido extraño. Extraño de lo que sientes. De lo que sientes con él. Él que con solo darte poco, te lo da todo. Todo lo que necesitas se compone en una persona. Esa persona llega a ser tu vida entera. La vida se hace perfecta y feliz. Feliz sabiendo que poco a poco te has enamorado. Enamorado de la persona que creías estar perdiendo. Perder todo aquello que has amado. Amado... Ser amado. Y comprender lo bueno del amor.

Me importas.

¿Y qué quieres que te diga? Si lo que realmente me importa eres tú. Que solo quiero que estés bien, da igual como tenga que hacerlo, la manera no la sé. Solo se que tarde o temprano podré decir, que vivimos todo aquello que nos hizo feliz. No hagas que sea más difícil de lo que es. Solo recuérdalo como algo que fue y que pasó. Algo realmente especial.

24 octubre, 2011

I can't forget.

No me pidas que te olvide, porque pienses que es lo mejor para mí. Si de verdad quieres que sea feliz. Quédate aquí. Conmigo. Para siempre. Sin nada a nuestro alrededor que nos importe. Únicamente nuestro amor es importante. ¿Y por qué no fugarnos? Evadirnos de todo, y de todos. Hagamos nuestra propia vida, pero esta vez juntos. Desde cero. Desde el principio. Desde donde siempre tuvimos que empezar, de nuevo juntos. No quiero sentir que te pierdo, no quiero sentir esa necesidad de abrazarte a cada segundo. Y chocarme con el aire. Porque no estás ahí. Delante, para corresponder. Y no poder seguir la comisura de tus labios, hasta poder besarte. Apreciar cada milímetro de tu piel. Solos, toda la noche. Juntos, nacimos para ser uno. Para que nuestra única perdición sea el amarnos. El entendernos. El saber disfrutar de esta vida que nos han dado. Esta vida que estoy dispuesta a pasar contigo.
Toda la vida, sería feliz. Me harías feliz. Y recuerdo cuando nos besábamos. Todavía lo siento en mis labios. Recuerdo cuando bailamos, sin música. A nuestro alrededor solo nuestra atmósfera. Nuestra historia. Recuerdo el último, el último ‘te quiero’.
La llaga de mi presa, el corte que me traicionó. La mirada de tus ojos. No querías irte..

Sola atrapada en los recuerdos del pasado. Atrapada en un mundo donde tu voz me indica, donde tu imagen me altera. Provoca mis lágrimas. Provoca gritar hasta desfallecer.

Miro la ventana escrita en mis lágrimas. El vaho que se forma en los espejos de mi habitación, el frío que has dejado en este triste corazón. Pienso y reflexiono. Nunca encontraré a alguien como tú. A alguien que me haga sentirme así. Sé que no me mereces. Espero encontrar alguna vez el amor.. El amor verdadero quizás. Pero, ¿Realmente existe? ¿Un mito? ¿Una ilusión destrozada?. Me hundo en el lugar que mi alma pueda despegarse de mi cuerpo. Oigo los susurros de las olas al chocar con las pequeñas o grandes rocas. Aprieto mis puños en la arena, encontrando quien sabe qué. No pensar en nada. Eso es lo que quiero. 

Muy distinta la mente que destroza al corazón. Y muy cruel el corazón que destroza la mente.

 Salgo a la luz. El sol es brillante, cierro mis ojos. El amanecer me tomó por sorpresa. Y ahora me quedo ahí esperando. Para que me digas como. Si tan solo pudiera conseguir borrar todo. Es el riesgo de volver a caer. Volver a convertirme en niña. La única ilusión de jugar en un columpio que me haga volar. Y ahora veo como el sol se ha hundido por debajo.
El viento de la tarde ya empieza a soplar, cojo el aroma del perfume. Solo, voy a estar bien.. Si te quedas a mi lado. Nunca me he sentido así en toda mi vida. Nunca he tenido este sentimiento que no me entra. No puedo sacarte de mi mente. Desgraciadamente. 



15 septiembre, 2011

¿Volveré a ser feliz?

Y en ese momento me sentí como caer en el abismo. Tan miserable. Sin poder si quiera ahogar mis penas. ¿Sabéis cuando no podéis parar de llorar? ¿Cuándo el pecho se oprime?.
Cuando en ese momento recuerdas todos los momentos que pasaste con él. Esos besos apasionados, con lo que no sentía más que felicidad. Con ese ambiente pasional. Con los tantos ‘te quiero’ que me costó decir. Con esos ‘te amo’ que me esperaba oír. Mentira. Un sueño irreal, un sueño demasiado perfecto para ser real. Esas miradas que mataban, por el amor que albergaban. Y yo sabía que estaba enamorada. Estoy enamorada.
Y todo se destrozó. Esos labios rozados por ella. Por otra que desea más. Por otra con la que parecía que se sintiera feliz. ¿Y entonces? ¿Todo lo que hemos vivido? Esas noches en la playa. Esas caricias apasionadas. Esas sonrisas que nos unían. Dímelo. ¿Estaba soñando? ¿Era realmente un sueño?. O por el contrario. ¿La pesadilla se convierte ahora?. Tantas preguntas sin respuestas, pero con el mismo dolor. Y poco a poco me dejo caer. Casi sin respiración. Me dejo resbalar por la pared hasta llegar a tocar el suelo. Me oprimo el pecho. Consigo calmarme. De improviso comienza a sonar el móvil, lo dejo sonar, lo pongo en modo silencio. Luego, cuando la llamada se interrumpe, lo apago. Por ahora. Mañana. Por un mes. Para siempre. Cambiaré de número. Pero eso no cambiará mi dolor. No borrará sus caras. Esa sonrisa. Y sigo recordándolo, y no dejo de aniquilarme con mis pensamientos. Y me hundo más. Respiro de nuevo, un largo suspiro se apodera de mí. Y miro al infinito, sin esperar nada. Y me pregunto.  ¿Alguna vez me habría sido sincero? No lo sé. Pero ya me da igual. Me tapo la cara entre mis rodillas. Pero en todo caso esperaré. Esperaré de nuevo a ese amor. A ese amor que no te miente.  Porque volveré a ser feliz algún día ¿verdad?. Quizá necesite algo de tiempo. Da igual, no tengo prisa. Exhalo un hondo suspiro y noto que voy recuperando la seguridad.

24 mayo, 2011

Día surrealista.

Una especie de silbido llamó mi atención, mientras poco a poco iba abriendo los párpados y las pupilas se mostraron dilatas a causa de la oscuridad, el extraño silbido que me había despertado fue el cantar de las ramas de un árbol joven. Después de comprobar que no había nada en la habitación, cerré de nuevo los ojos, y me dormí con facilidad.
Un par de gorriones canturreaban entre ellos mientras daba paso a la mañana, me desperté sin ganas y cogí la camiseta morada que estaba en la silla de estudio, me dirigí al cajón y me puse unos pantalones pitillos grises.
Hice la misma rutina de todos los días, y me puse a leer un libro, se titulaba “Mientras dure”. El sigilo del golden retriever color canela que asomaba su cabeza por la puerta me hizo poner toda mi atención sobre él, mientras se acercaba jadeante, yo hundí mis dedos en su pelo suave y mojado.
El perro se apartó un poco, y sacudió todo su cuerpo salpicándome.
Salí al jardín, me senté en aquella hamaca horrorosa y encendí la radio de enfrente situada a un extremo de mí en una pequeña mesita de madera.
- Buenos días, les habla el presentador Sergio Gutiérrez, ¿qué os presenta hoy el tiempo?
El sonido de la radio empezó a fallar y le dí un pequeño golpecito que le hizo volver a ponerse en marcha.
- ¡Vaya!, parece que vamos a tener un pequeño terremoto, que sólo hará pequeños destrozos leves, así que ya saben, cuidado por estos días, este terremoto durará en torno a tres días, gracias por escuchar cadena 10.
Apagué la radio y traté de explicarme este suceso, tan raro en un pueblo en que nunca pasa nada.
El golden retriever y un pastor alemán, ambas hembras se me acercaron con cara de pánico y entonces los animales empezaron a ladrar y llorar, intenté calmarlos acariciándoles la cabeza, ya que eso se suponía que les calmaba.
Dejé de acariciarles y en un susto se pusieron alerta, con las orejas erguidas, y empezaron a correr.
Me extrañé, pero claro al fin comprendí de que ellos tienen un sexto sentido, podían captar el terremoto llegar, cierto, los perros huían presas del pánico, para poder escapar del peligro.
Me puse tensa, en aquellos momentos no sabía que hacer y me llevé las manos a la cabeza, pensando en algo, lo primero mirar si el peligro era mayor, aunque según la radio era tan sólo un pequeño terremoto, encendí la televisión del salón, puse volumen, y concentré mi atención a las noticias.
Me pareció sentir un temblor en mis manos, pensé que sería mi imaginación, pero no estaba segura, apagué la televisión, sin ninguna información en mi mano.
Salí a la plaza y todo estaba como siempre todo normal, sin ningún cambio que resaltara. El agua de la fuente temblaba, pero nada más, la gente paseaba tranquila por los alrededores, al fin y al cabo era sólo un pequeño terremoto, pero todavía no me explicaba la reacción de los perros. Se han equivocado, pensé.

21 mayo, 2011

Cállate y bésame.

No sólo puedo pensar en todas las noches que me dormía sola, sino también en las  horas que pasaba leyendo historias de amor, en todas ellas expresaban como enamorarse podía provocar actos inimaginables que solo por amor hacías, a la vez que las caricias de las sábanas se mecían en mi vientre, recorrían mi espalda y daban a mis pies. Hasta que te encontré y ocultaba la forma de amarte, la forma de mirarte y de escucharte. Esperaba firme a que salieses de aquella puerta y pudiera contemplarte. Tus aires de seguridad me asombraron a la vez que tus ojos azules se tapaban con unas memorables clásicas Ray-ban. Luego, abrías la puerta de tu coche, entrabas, me mirabas de lado, serio, arrancabas el motor y sonreías a la vez que te largabas sin despedirse tan solo con una sonrisa. Al día siguiente me hacías reír, me hacías creer que era especial. Aunque tus ojos decían te quiero, tus labios decían bésame. Entonces cuando pensaba que nunca lo harías, empezaste a mirarme a los ojos con ternura a rozar mis labios con tus yemas, a apartar mi pelo para al fin probar mis labios, probar los tuyos. Dejé por un momento de besarte, pero tu no me diste tiempo a pronunciar si quiera una palabra para poder decirte que te amaba, pusiste tu dedo en mis labios y me dijiste, siempre con dulzura; “Cállate y bésame”.



18 mayo, 2011

Palabras de enamorados.

Amo como sonríes, y me encanta que me robes sonrisas a todas horas. Porque pienso en ti y se me pone cara de boba, y me da igual. Te quiero porque no puedo dejar de mirarte y cuando nuestras miradas se cruzan se me acelera el pulso. Te quiero por nuestra complicidad, por ese lenguaje que solo nosotros dos entendemos. Me gusta sentirte cerca. Y adoro que estés pendiente de mi. Que eres mi locura y mi adicción. Me gusta que te pongas celoso. Me encantan tus toques de “ te echo de menos” y nuestras llamadas de madrugada. Conozco todas tus manías, y todos tus gestos. Me conozco cada parte de tu cuerpo, me gusta mirarte detenidamente. El color de tus ojos es mi favorito. Y mi afición preferida es tocarte el pelo. Tu voz puede llegar a hacerme temblar, y tu nombre está siempre en mi cabeza.

Déjame escaparme de tí.

Trataré de guardarme el tesoro que bajo mi mano está, siente y palpita suavemente, debajo de mi piel, trataré de no exponerlo a tus encantos, trataré de no escuchar tu voz, trataré de nunca más mencionarte mientras el ruiseñor de mi corazón llora de pena por tu amor mal venido, si tú quisieras podrías marcharte, pero no lo haces, trataré de no entender el significado de tus palabras, trataré de no dormirme para que tú no me robes los sueños, para que el final sea justo y no haya dolor no deberás de estar aquí en mi, todos seamos humildes y participaremos en esta ayuda para salvar a un corazón a punto de estallar de dolor a causa de ti, eres el culpable de todos los desechos que haces por tu camino, cada paso me hace sudar y volver a empezar, no quiero volver a retroceder, quiero avanzar y no dejarme engañar por un miserable que piensa que lo es todo para mí, poder escaparme a un lugar hermoso, sin compañías que puedan afectarme a mi forma de vivir, un lugar idílico, suplico a el más tranquilo llanto que deje escapar esa lágrima, para estar a gusto del final de la historia de un sin fin, cada palabra se hace nula con una tuya.
Solamente quiero sentir libertad, como una paloma a punto de partir a su misión, sentir el viento azotando mis alas, mis ojos hundidos en una nube de colores juntados por el arco iris, una hora, dos horas, tres horas, cuento las horas en las que no pienso en ti, es un amor enfermo, esta clase de amor es la que matan, la que no dejan que respires un poco de aire eterno, solo pensar que nada es para siempre me alegra, tus dedos en tu piel, hacen temblar cada estímulo mio por uno tuyo, no me toques, no me mires, no me intuyas, no me robes lo que necesito, no seas un infierno en vez del paraíso de mis sueños, no seas un cobarde y sí un valiente dejándome escapar de tus redes celestiales.

Amistad.

Amistad, que es amistad si no al sentimiento, mutuo de cada persona, la amistad ha sido creada para sentirte feliz, es la llave que entra a una solución, ábrelo allí encontrarás todo lo que necesitas, un abrazo sobre el que desahogar tus males, un simple: "Tranquila", un apoyo que te hace mejorar, encontrarás un hombro sobre el que llorar, y dejar tus preocupaciones atrás.
Amistad, amigos/as que están ahí para cuando los necesitas, que nunca te rechazan un abrazo, para recuperar esperanzas y fuerzas.
Soledad no es remedio para tristezas, es la amistad, ese cariño, que necesitas a cada hora, minuto y segundo.
Con la amistad, tus lágrimas cesaran, y tus llagas sanaran. ¿Sabéis? Todo el mundo necesita de ese cariño de un amigo, que te escuche y te ayude.
Mis amigos son parte de mi corazón, son parte de mi vida.





Soñar.

Soñar, como en un cuento de hadas, planear tu vida, en el que tu eres feliz, callar todos tus miedos derrotándolos, en luchas que siempre ganas tú.
Saber realizar tu mayor deseo, obtendrás felicidad por soñarlo, pero no en un mundo real en que tú puedas conseguirlo, si eso es lo que piensas.
Soñar no es la solución para resolver todos tus problemas, para realizar tus metas, tus esperanzas, no llega a nada, solo es un cuento en que nada, puede volar y remontar hasta hacerse realidad por sí solo, no sueñes tu vida, vive tu sueño.

Todo y nada.

Solo cuando las cosas salen mal, es cuando tienes la conciencia de perder todo,la sensación de que el mundo está echo al revés para tí. De que digan que todo tiene solución,pero no es así, este problema no se puede solucionar, por qué no es problema del que se pueda arreglar con dinero, es un problema de que te falta algo,sientes que ya nada será igual, y es verdad, tu vida, estará marcada para siempre, una llaga que se abre cada poco, cada torpe paso que das se va rompiendo poco a poco..
Si piensas y te das cuenta de que esto no tendría por qué pasarte a ti, no tendría que pasarle a nadie
es una tragedia, pero aunque te estes ahogando en el horror de lo que ves, todavía ves a gente sonreir, bailar,reir.. y eso te contagia, te inspira a soñar, a poder vivir en un mundo mejor..
En volver a empezar de cero, como si nada hubiera pasado, a vivir feliz, al fin y al cabo todavía no se han acabado tus ganas de vivir.

Un amor buscado.

Un amor buscado, un amor que no se encuentra. Con el camino lleno de piedras, se esconde y no sale. Acostumbra a perderse, acostumbra a olvidarme, a quemarme, a matarme. Conlleva a que la sangre no fluya, me hierve, me oculta y no sale. Estúpido cupído, no quieres lanzar tus enamoradas y condenadas flechitas. Me cansa y me extraña. Me calla el recuerdo del sentimiento. Estúpida la magia del deseo.
Estúpidas novelas que hablan de amor. No saben y no pueden explicar, que no sale. ¿Acaso he vuelto a mi infancia y juego al escondite? No juego a encontrarte. No me divierte verme perdida entre las olas, buscando una caracola que me haga oír tu voz. No busco la forma de amarte, ni de odiarte. Solo quiero que me encuentres, no quiero buscarte, no quiero esperarte.
Estúpida la mirada del suspiro. Estúpida la obsesión de besarte. Estúpida la búsqueda de encontrarle razón. Me escondes, me quemas, me matas. No quiero jugar a buscarte.

Destellos estelares.

Hoy en el cielo hay luna llena, pero sus estrellas no la acompañan.
Poco después mis pies me llevaron hasta mi cuarto, no encendí la luz, me eché en la cama, cerré los ojos y finalmente los abrí. Pequeñas lucecitas adornaban mi techo. Esas eran las estrellas, las estrellas que a cada noche me recordaban, a cada segundo el invierno que pasamos en aquella buhardilla.